lunes, 23 de enero de 2012

Stole my Heart Capitulo 5

CAPÍTULO 5

Después de devolver la bicicleta, llame a mi madre para avisarla que no iba a comer, aunque no le gusto la idea me dejó. Dimos vueltas por restaurantes hasta encontrar al adecuado, bueno bonito y barato. Entramos y nos atendió una chica muy guapa, alta delgada y pelirroja.

- Que quieren?- Preguntó la chica mirando con dulzura y sonriendo a Imanol, me sentía celosa.

- Querríamos una mesa para dos.- Le respondió devolviéndole la sonrisa.

- Bale, seguidme.

Nos indicó donde nos sentaríamos, y se fue. Después de cinco minutos largos en silencio vino otra camarera.

- Bueno, soy Clara y soy la que os va atender durante la comida.- Nos dijo mirando en zic zac a los dos.

Nos dio dos cartas, uno para cada uno..

- Tu que quieres Paula?

- Mm… es difícil la verdad, todo suena tan bien.- Le dije todavía mirando la carta.

- Si la verdad es que si, pero yo me decidiré por lasagna, un kas de naranja.

- Pues yo, por los canelones con carne y queso, si suena muy bien y de beber una coca- cola. - Le respondí con una sonrisa.

Imanol llamó a la camarera, que nos atendía y vino seguido a atendernos.

- Habis decidido que vais a tomar?- Nos preguntó educadamente.

- Si, yo voí a comer unos canelones de carne y queso, y él va a tomar una lasagna.

- Bale, dentro de poco os la traigo.- Después de decir eso sonriendo se fue a la cocina.

Mientras nos traían la comida estuvimos hablando de todo un poco.

- Bueno y tu que vas a estudiar?- Le pregunté con curiosidad mientras le miraba a sus ojos verdes oliva, demasiado bonitos.

- Pues…- se quedó pensando un momento y prosiguió.- Voi a estudiar ingeniería. Y tu?

- Pues desde hace mucho quería estudiar psicología o trabajadora social, ya sabes ayudar y eso…- Mire a la mesa.- Me va.

Él rio entre dientes, y entonces yo me sonroje. Me levanto la cabeza con su mano y me miró a los ojos.

- Me encanta.- Me dijo sonriendo.

Y entonces la camarera nos interrumpió haciendo que Imanol despegara la mano de mi mejilla.

- Aquí teneís.- Miró a mi compañero.- La lasagna- Le dejo en la mesa delante de Imanol y después me miro a mi dejando mi plato.- Y la tuya los canelones.

Miré los canelones, mientras se me derretía la boca, tenía una pinta insuperable, luego mire al plato de Imanol que me miraba con cara alegre, con una sonrisa de oreja a oreja. Le miré sorprendida, y se echo a reír. Comimos mientras me contaba cosas sobre sus amigos, y familia. Mientras él contaba yo no paraba de comer, y de beber, mientras que el todavía no había ni comido la mitad.

- Bueno no tendrías que comer tu también? Le pregunté con una sonrisa pícara.

- A claro, con tanta cháchara se me ha olvidado.- Rio mientras cogía el tenedor para comer. – Bueno pues mientras yo como cuéntame tu?

- Que quieres que te cuente pues? Mi vida no es nada interesante…- Le dije mientras miraba su comida.

- No seas tonta, seguro que lo es, cuéntame algo de tus amigas o amigos.- La ultima palabra me lo dijo con una sonrisa pícara.

Reí y bebí un poco de la coca- cola. Y proseguí.

- Bueno pues mi mejor amiga es Sara. – Cuando decía su nombre dentro de mi sentía un vacío, la echaba de menos, mucho.

Imanol se dio cuenta de mi rostro y seguido cogió mi mano.

- La echas de menos no?

- Si… -notaba como una lagrima bajaba por mis mejillas.

Él me la seco con el dedo índice, antes de que me diera tiempo a reaccionar, él me dio un beso en la otra mejilla. Cuando me besaba se me quitaba toda la tristeza de la mente, toda entera. Le sonreí alegre de que fuera tan atento y se preocupara tanto por mí. Cuando separó sus manos de mi piel me insistió a que siguiera contándole.

- Bueno pues ella es como una hermana gemela, nos entendemos… es perfecto, nunca había sentido tanta conecsion con alguien. – Mientras pronunciaba esas palabras me di cuenta de que sonaba raro, incluso cursi.- Suena muy cursi ya lo sé. Le dije entre risas.

- No que va yo también lo siento de veras, desde hace poco, muy poco.- Me dijo mientras sonreía mirándome.

Me sonrojé y baje la cabeza para que no se diera cuenta, pero eso no se podía evitar en mi, siempre se notaba mucho. Cuando se dio cuenta rio, tronchándose de mi reacción.

- No queires que te diga esas cosas?

- O no es eso, es que no estoy acostumbrada.

Me miró muy sorprendido.

- Como, que nunca as tenido novio?

Miré a la mesa avergonzada mientras notaba que él clavaba su mirada en mí.

- No…

- No me lo creo, de verdad?- insistió.

Pero con mi silenció lo supo todo.

- Bueno perdona, si te molesto, es que me parece muy raro que una persona tan preciosa y maja como tú no tenga novio. Supongo que lo de tu ciudad no saben que es la belleza.

- Pero que tonterías dices, ay muchas personas mucho más guapas que yo.- Le dije sin retirar la mirada de la mesa.

- Lo dudó mucho.

Siguió comiendo mientras yo le miraba con cara de asombro. Hasta que nuestras miradas se cruzaron y me sonrió, y miró mi plato. Eso me hico dar cuenta que yo todavía no había terminado.

Cuando ya habíamos terminado, la camarera nos trajo la cuenta con su habitual sonrisa. Imanol pago la cuenta después de estar mucho tiempo discutiendo con él sobre quién pagaba, pero era muy cabezota, más que yo.

Salimos del restaurante, Imanol arrastrándome.

- Paula, ya basta no te enfades.

- No estoy enfadada.- Le dije con cara mosqueada.

- A no, y por eso me miras con esa cara?

- Bueno bale, la verdad es que si me as pagado todo, todo todito.

- Bale pues…- Se quedo pensando unos segundos.- A la tarde pagas todo y llasta.

- Bale…- Le dije mirando al suelo.

Entonces sin que soltara mi mano fuimos paseando, mientras seguía dándole explicaciones sobre mi vida, aunque la verdad no me gustaba hablar de mí. Le conté que era vaga, desordenada, alegre, sincera, amiga de sus amigas, y de las que se preocupa mucho, sensible aunque no lo demostrará algunas veces, tímida al principio, algunas veces una chica de mal humor incluso borde, una persona que lo da todo por esa persona especial en su vida, que me gustaba bromear…

Llegamos a una calle llena de heladerías, eso nos dio ganas de comer uno.

- Bueno de que quieres el helado?- Me pregunto mientras entraba a la tienda.

- Eh que me toca a mí tranposo!- Le dije agarrándolo del brazo, para que no siguiera caminando.

- Aix, cabezota.

- - Me dijo mientras me daba golpecitos en la cabeza sonriendo.

- Yaya.. Bueno de que lo quieres?

- Yo de… lo quiero de fresa.

Asentí y fui hacía la tienda a pedirla. Yo me pedí una de vainilla con trocitos de chocolate, no me podía resistir.

Le di su helado que ya empezaba a derretirse. Dando vueltas por calles desconocidas acabamos en la plaza de la mañana y nos terminamos ay el helado.

- Que tal si vamos a la playa de antes?

- Si buena idea.- Me dijo sonriendo, y a la vez levantándose.

Me ofreció su mano para ayudarme a levantarme del suelo, se la cogí y fuimos sin soltarnos de la mano hasta la playa.

En la playa como no teníamos toalla nos sentamos en la arena. Los dos nos sentamos en la arena para terminarnos el helado. Al final sin poder estar del calor me quité la camiseta con vergüenza, haciendo que reaccionara de manera rara.

- Porque te sonrojas?- Me preguntó señalando mi cara.

- No lo se…

Se rio se levanto me agarró de la mano haciendo que yo también me levantara, y tirando de mi para que nuestro cuerpos estuvieran en contacto, y poco a poco sus labios se acercaron a los míos, con inseguridad, y poco después nuestros labios se juntaron formando una explosión de sensaciones en mi estomago, deje de respirar, se me olvido como se hacía, luego sus manos se acercaban a mi cintura, y yo llevaba las mías a su cara agarrándolo para que esa sensación no terminara nunca. Sus besos siempre eran mejor que los anteriores, me hacia sentir única, especial y eso me encantaba.


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