jueves, 3 de mayo de 2012

Stole My Heart Capítulo 39


CAPÍTULO 39

Me desperté por un ruido que provenía de la cocina, sonó como unos platos. Me levanté y mire a mi alrededor, estaba Alex a mi lado, Miguel y Sara, solo faltaba Junh.
Entre en la cocina y vi que Junh estaba agachada recogiendo los trocitos del plato que se le había caído.
-      Deja que te ayude.
-      Yo, lo siento no era mi intención.- Empezó a llorar, mientras no paraba de recoger.
Le cogí de las manos he hice que me mirara a los ojos.
-      Junh, anda no seas tonta, solo es un plato, deja de llorar, no seas tonta.- Dije quitándole lagrimas en los ojos.
-      Lo siento.
-      Calla, y hagamos el desayuno.
Las dos juntas, bailando, cantando, y haciendo el tonto les hicimos el desayuno, unos donuts pequeñitos rellenos de chocolate, y unos croissants.
Les fuimos a despertar, a los dormilones poniendo música  a tope y saltando alrededor de ellos mientras cantábamos a gritos.
-      Sois unas estúpidas.- Dije Sara mal humorada.
-      Ha con que eso, pues te quedas sin nuestros deliciosos Donutses.
Sin darme cuenta ya se había levantado y fue corriendo a la cocina a comer. Corrí detrás de ella, y le arrebate el donuts y me lo comí. Así estuvimos peleando hasta que vino Miguel y nos quito la bandeja.
-      Ni para ti ni para ti, son para mí. – Las dos nos miramos conflictivas y nos abalanzamos contra él, una subida a su espalda y la otra agarrada como un koala a la pierna derecha.
La escena era muy cómica, hasta que los donuts cayeron al suelo, yo sin pensármelo cogí uno y me lo comí. Todos me miraron con cara de asombro.
-      Que! Están ricas!- Dije todavía con la boca llena.
Todos empezaron a reír y se sentaron alrededor de los donuts y comimos tranquilamente, no sin antes soportar que me imitaran.  
Recogimos y cada uno empezó con una tarea, Miguel pasaba la escoba en la cocina, Sara los polvos, Junh los cristales, Alex recogía l os colchones donde habíamos dormido, y bueno yo mas que nada, con todo el morro coordinaba todo mandaba, ponía música, y bueno nada más.
Cuando se dieron cuenta, todos me echaron una bronca monumental así que tuve que empezar a limpiar.
Dos horas después terminamos y casi era la hora de comer y mi padre llegaría. Casi sin darme cuenta sonó el timbre, fui a abrir, y estaba mi padre con una sonrisa de oreja a oreja, con paquetes, maletas y no sé que más. Hizo que todos se fueran y me hizo sentarme en el sillón, él se puso delante mio.
-      Bueno que pasa papa?
-      Bueno, es una sorpresa, no decía que querías cambiar de aires y todo eso?- Asentí.- Pues te vas a Irlanda a estudiar.
Me quedé helada sin poder imaginarlo, no pude reaccionar, “Te vas a Irlanda a estudiar” Esas palabras retumbaban en mi cabeza.

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